lunes, 30 de septiembre de 2019

FACTORING

Se trata de un producto diseñado a medida de cualquier empresario o profesional y, especialmente, de las pequeñas y medianas empresas que. A través de este producto pueden reducir la carga de trabajo del departamento administrativo, subcontratar la contabilidad generada por las ventas y su cobro, así como anticipos sobre el vencimiento de pago de las facturas.
Sus efectos se harán notar rápidamente, ya que mejorará la rentabilidad, capacidad crediticia y la solvencia financiera de tu empresa. Entre otras ventajas de la contratación de este producto se encuentran la información periódica, regular y actualizada de los deudores, la diminución de cargas administrativas o simplifica la contabilidad de la cuenta de clientes. No existe un perfil definido de empresas usuarias de este producto financiero, más bien la delimitación viene proporcionada por el producto vendido y las condiciones de pago.
Este producto, no muy conocido por otra parte, es idóneo para aquellas empresas que desean cubrir el riesgo de insolvencia de sus clientes, así como poder anticipar, en cualquier momento, sus ventas a plazo a través de las entidades que comercializan este producto. Asimismo, su gestión electrónica es cómoda y sencilla, ya que el emisor envía y firma la factura y demás documentos a través de la entidad financiera. Y una vez el deudor ha aceptado la factura esta ya está lista para que se anticipe su importe.

Características

Es una fórmula de financiación y administración, basada en la cesión de facturas: la empresa cede el crédito comercial de sus clientes a una compañía, que se encarga de gestionar su cobro a cambio de una contraprestación consistente en una comisión por los servicios administrativos y unos intereses por la financiación (anticipo del vencimiento de pago de las facturas de sus clientes).
Conviene recordar que en este producto financiero participan tres entidades debidamente diferenciadas que son las siguientes:
Factor: compañía de Factoring o entidad financiera que presta los servicios de este producto.
Cliente: es el titular de los créditos comerciales (facturas) y que contrata el Factoring.
Deudores: compradores de la mercancía o servicios del cliente, en definitiva el vendedor.
Desde la Asociacion Española de Factoring se incide en que “no existe un perfil definido de empresas usuarias de este producto, más bien la delimitación viene dada por el producto vendido y las condiciones de pago. Es decir, todas las empresas pueden ser usuarias de Factoring vendan en el mercado interior o exporten”. Hasta el punto que todos estos servicios, por cuenta de la compañía de Factoring, producen ahorros internos a sus clientes al liberarles de una carga de trabajo enormemente costosa, compleja y generadora de tensiones de todo tipo”.

Servicios de Factoring

servicios del factoringLos principales atractivos de este sistema son los servicios asociados, tanto administrativos como financieros, relacionados con las gestiones de cobro de su empresa, y que básicamente son los siguientes:
Clasificación de clientes: el servicio incluye tanto la labor de estudio y análisis de los clientes, como la decisión de los límites de crédito que se deben asignar a cada uno de ellos.
Administra las cuentas a cobrar: administración y seguimiento integral de las facturas cedidas a la compañía de Factoring, informándole periódicamente, de las incidencias en el cobro de cada factura y del estado de las cuentas a cobrar de cada uno de los deudores.
Gestión de recobro e impagados: se trata de la gestión inicial necesaria para conocer las causas del incumplimiento del pago para su posible solución.
Financiación: servicio adicional, solamente en el caso de que el titular lo solicite, y que gracias a su flexibilidad, permite al usuario disponer anticipadamente de los importes de las facturas cedidas, en el momento y cuantía que su tesorería requiera.
Cobertura del riesgo de insolvencia de los deudores: cobertura hasta el 100% del importe de las facturas cedidas a la compañía de Factoring pendientes de cobro, hasta el límite asignado a cada deudor. Se trata también de un servicio adicional, a petición del cliente.

Ventajas del producto

Esta alternativa financiero-administrativa ofrece una serie de beneficios a quien lo contrata como son las que se exponen a continuación. No solamente desde la perspectiva contable, sino también administrativas, y en muchos casos en la gestión de la empresa. Y que será muy interesante que los conozcas por si en algún momento te ves obligado a contratarlo.
  • Disminuye la carga administrativa y racionaliza los procesos operativos.
  • Rebaja el trabajo burocrático, lo que contribuye notablemente a una reducción de gastos administrativos, de personal y comunicación.
  • Simplifica la contabilidad de la cuenta de clientes, aumentando la eficacia de la gestión de cobros.
  • Proporciona información periódica, regular y actualizada de los deudores.
  • Convierte las operaciones de ventas a crédito en ventas al contado.
  • Evita el riesgo de fallidos por insolvencias.
  • Proporciona a la estructura financiera de la empresa de una mayor solidez.
  • Permite una planificación de la tesorería que optimice los flujos de caja.
  • Amplía la capacidad de financiación y también mejora los ratios de endeudamiento.
  • Desde un punto de vista comercial, mejora la posición de la empresa frente a la competencia y los clientes, permitiéndole ampliar su mercado.

Modalidades de este producto

Existen distintas modalidades de Factoring, según los servicios que precises, o del deudor de que se trate. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Factoring sin recurso, esta modalidad ofrece financiación, asumiendo la compañía de Factoring el riesgo de insolvencia de los deudores. Evidentemente, las tarifas en esta modalidad son mucho más elevadas.
Factoring con recurso, en el que el vendedor soporta el riesgo de insolvencia, ya que la compañía de Factoring no responde ante el impago por parte del deudor. Esta modalidad se ditingue porque no implica necesariamente financiación.
Factoring de exportación, cuando se trata de operaciones realizadas en con deudores residentes en el exterior. Es especialmente ventajoso para las empresas y pymes exportadoras y que carecen de una gran infraestructura, dado que implica una subcontratación de servicios. Con el Factoring, la exportación se convierte casi en una compraventa nacional, ya que lo único que debe hacerse es enviar las mercancías, y del resto se encarga la compañía de Factoring.
En este tipo de operación económica, normalmente no se efectúa anticipo cuando los bienes son productos perecederos.

El contrato de estas operaciones

desarrollo del factoringEl proceso de asignación y contratación es muy sencillo y sin complejidades siguiendo el proceso adecuado por parte de las personas o pymes que deciden contratar este producto financiero. El primer paso es contactar con una entidad financiera que lo comercialice o una compañía de Factoring, para definir los términos de la operación más adecuados a las necesidades de cada cliente y el coste de la misma.
Para ello, además de los datos de identificación de la empresa, el interesado deberá de facilitar los relativos a su actividad y los correspondientes a los clientes que desea incluir en el contrato. Por tanto deberá reflejar los siguientes datos: importe de ventas previstas, número de facturas por mes, forma de cobro (letra, pagaré, transferencia, etc.) y plazo medio de cobro. Servirán de base para evaluar el coste de la operación por la compañía, y de esta forma, poder realizar una oferta de condiciones al cliente.
Paralelamente, este tipo de empresas tan especializadas estudia la solvencia de los deudores para evaluar posteriormente la cartera de documentos a negociar. Mediante el contrato se produce un cambio en la titularidad de los créditos, por lo que se establecen unos requerimientos necesarios antes de poder establecer esta clase de contrato:
  • Que exista factura o documento a cobrar por la venta.
  • Que las facturas provengan de una venta lícita.
  • Que dichas ventas hayan sido realizadas a crédito.
Después de la firma del pertinente contrato, deberá enviarse a los deudores una carta, comunicándoles que ha suscrito un contrato con este tipo de producto. Por lo que a partir de esa fecha, el pago de las facturas deberán efectuarlo directamente a dicha compañía.

Coste del Factoring

Los servicios ofrecidos por este producto financiero suponen un coste o precio que ha de satisfacer a los usuarios de dichos servicios. El coste está formado fundamentalmente por dos elementos que lo determinan. Por un lado, la tarifa del factoraje, por los servicios administrativos que realice la compañía de Factoring, que oscila en función del plazo de cobro de las facturas.
Y por otro, el tipo de interés, que se aplicará cuando se acoja a la modalidad que incorpora el anticipo de fondos. No obstante, el coste varía en función de la situación de los mercados (en base al Euribor a 3 meses más el diferencial; la revisión del tipo de interés final es mensual) y del riesgo que asuma la empresa que comercializa este producto financiero.

Beneficios comerciales

beneficios del factoringEntre los beneficios de tipo comercial que conlleva la práctica de esta operativa financiera, en opinión de la Asociación Española de Factoring, se encuentran los siguientes aspectos que pueden ayudar al profesional o pequeño y mediano empresario:
  • Mejora notablemente la gestión de venta y facilita acciones comerciales más efectivas.
  • Permite a la red comercial centrarse en su trabajo sin realizar gestiones de cobro.
  • Permite una mejor evaluación de los clientes y un seguimiento de los mismos.
  • Reduce gastos y tiempo en la elaboración de informes de carácter comercial.
  • Contribuye a la correcta y efectiva toma de decisiones.
  • Mejora la posición de la empresa frente a la competencia y a los clientes.
  • Contribuye de forma importante a la introducción y apertura de nuevos mercados.
  • Y, finalmente, sirve para consolidar y aumentar la clientela.

domingo, 29 de septiembre de 2019

DERECHOS DEL CONSUMIDOR Clientes vs. bancos: el día que David derrotó a Goliat en Bahía

El 18 de marzo de 2014, Mariana fue al banco Credicoop a depositar 4.743 pesos en la cuenta de un hombre con el cual mantenía una deuda.
   Como las cajas “explotaban” de gente, personal de la entidad le aconsejó usar la vía del cajero automático y aceptó.
   Debido a la restricción del momento, tuvo que hacer dos operaciones. Primero depositó 743 pesos y después los 4.000 restantes. Por las dos transacciones recibió los tickets comprobantes: 7172-02 y 7173-02.
   Días después comenzó el calvario para Mariana. El acreedor se comunicó con ella y le dijo que solo había recibido el pago de los 743 pesos. Y le emitió un resumen de cuenta a modo de prueba.
   Fue al banco. Una y mil veces. Hizo el reclamo de manera personal y por vía digital, pero solo obtuvo evasivas.
   Le dijeron que al hacer el recuento diario el sobre no estaba, aunque ella tenía la constancia del ticket, que solo se emite luego de un depósito.
   “No podemos dar curso favorable a su reclamo”, fue la respuesta lacónica que la dirección de Calidad de Servicio del banco le dio por la vía electrónica.
   “Desde un primer momento me trataron con desprecio y falta de información”, reconoció.
   El malestar creció porque la incertidumbre la colocó en una situación dudosa, al punto que llegó a discutir con su acreedor por la desconfianza sobre el destino del dinero.
   Mariana recurrió a la OMIC y mantuvo dos audiencias de conciliación con las autoridades de la entidad financiera, pidió el registro fílmico de las cámaras del banco, pero no llegaron a un acuerdo.

Superó sus expectativas

   Desesperanzada, impotente y angustiada, se lanzó al espinoso camino judicial y así, después de 5 años de largo peregrinar, obtuvo una sentencia definitiva a su favor. Superior a la expectativa de los 64 mil pesos que ella había reclamado en origen.
   El caso llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que hace algunos días -con los votos de Ricardo Lorenzetti, Elena Higthon de Nolasco y Horacio Rosatti- rechazó el último recurso extraordinario (de queja) presentado por el abogado Carlos César Massolo, apoderado del Credicoop.
   Antes hubo sentencia condenatoria del Juzgado en lo Civil y Comercial Nº 2, de la Sala I de la Cámara (ampliada) y la ratificación de la Suprema Corte provincial, que rechazó apelaciones de la parte demandada.
   Mariana es M.A.C. No se la identifica por razones de seguridad.
   Deberá cobrar no solo los 4 mil pesos del daño emergente, sino 20 mil más por daño moral y otros 270 mil por daño punitivo. Todo más los intereses. 
   Se supone que el monto global oscilará los 800 mil pesos.
   El concepto de daño punitivo se incorporó hace 11 años en la Ley de Defensa del Consumidor (24.240).
   Tiene por objetivo fijarle al infractor una multa civil para tratar de disuadirlo, a fin de que no vuelva a cometer infracciones o abusos contra los consumidores.
   Es decir que indirectamente se busca beneficiar a otros usuarios que están/estuvieron en situaciones análogas a la de Mariana. 
   Seguramente son muchos.

"Negligencia cercana al dolo"

   La Cámara Civil local, al fundamentar este fallo en 2016, fue crítica con la conducta de muchos bancos por la posición dominante  frente a los consumidores.
   “Estamos ante una actitud ciertamente reprochable”, advirtió el juez Abelardo Pilotti, con la adhesión de sus colegas Leopoldo Peralta Mariscal y Guillermo Ribichini.
   Consideró que para los bancos la postura del cliente “carece de importancia” porque sus cuantiosos recursos no los genera individualmente sino con “los miles o decenes de miles de ellos en conjunto”.
   “De lo que se trata es de facturar más, de tener más clientes, de proveer más servicios, de otorgar más tarjetas de crédito, más cuentas corrientes, etc.”, sostuvo.
   También afirmó Pilotti que achican los costos operativos a través de las terminales de autoservicio aunque, frente a una eventual falla, “no responden debidamente”.
   Esa situación -agregó- obliga al consumidor -como en este caso- a vagar por “todas las instancias imaginables” hasta no quedarle otro remedio que recurrir a la justicia para reconocer sus derechos.
   “Esas actitudes pueden no ser casuales y solo pueden aventarse en el futuro (y este es el fin primordial del “daño punitivo”) con sumas en concepto de multa civil que disuadan al infractor de la alternativa de reincidir”, reafirmó el magistrado, para el que la gran negligencia del banco está “cercana al dolo”.

El cálculo de los daños

   Más allá de los 4 mil pesos que perdió -resarcidos a través del daño emergente- la Cámara dimensionó el daño moral a partir de la falta de una respuesta eficaz y rápida a la usuaria.
   “Está suficientemente justificado, dada la cantidad de circunstancias adversas que tuvo que atravesar”, se explicó.
   Actos de ese tipo provocan “una mella en la persona”.
   “A ello se suma la impotencia que genera sentirse forzado a transitar múltiples e infructuosos caminos por el errático comportamiento de quien debió subsanar con prontitud el error cometido, hasta tener que acudir como última alternativa a la vía judicial, todo lo cual excede notoriamente las inquietudes propias y corrientes del mundo de los negocios”, ampliaron.
   Si bien no hubo pruebas sobre el nivel de vida de Mariana, la justicia dio por acreditado que es una mujer de mediana edad y de clase media.
   Juzgaron, en ese marco, que un fin de semana largo de vacaciones -con servicios de buen nivel en algún punto turístico tradicional del país y acompañada por una persona de su afecto- o la compra de un televisor -equivalente a 20 mil pesos- podrían compensar la afectación en ese rubro.
   Sobre el daño punitivo, aludieron a la existencia de “microdaños” (sumando cada uno de los consumidores perjudicados resultan jugosas “ganancias ilícitas” al proveedor).
   “Toda conducta que violente desdeñosamente el derecho del consumidor o usuario es pasible de la aplicación de los daños punitivos”, afirmaron.

"No es común que lleguen a la Corte"

   El doctor Claudio Daniel Boada, director de La Unión de Usuarios y Consumidores y con 25 años de experiencia en la defensa de los derechos sociales, reconoció que "no son comunes" las acciones judiciales individuales contra los bancos y "tampoco es lo más común que llegue a la Corte".
   "Sí llegan las acciones colectivas, pero que tienen otro contenido, por prácticas ilegales o abusivas, contrarias a los contratos, como seguros compulsivos", sostuvo.
   En "porcentajes muy altos" intervienen las organizaciones consumeristas por reclamos contra entidades financieras por trámites o tarjetas de crédito.
   El ránking histórico lo completan internet, telefonía celular, prepagas y garantías de electrodomésticos.
   "En estos últimos 3 años de crisis, tanto las tarifas como los servicios públicos han dominado al resto", dijo Boada.
   Sobre el caso de Bahía, el director de la ONG reconoció que el Credicoop es de los bancos con menor índice de judicialización, en contrapartida al Galicia o Santander Río, por ejemplo.
   Destacó como importante la imposición cada vez más frecuente del daño punitivo, especialmente en los juzgados del interior del país.
   "Está creciendo su uso como una valoración adicional del daño y es importante, porque hay una especulación de ciertos sectores empresarios a los que les es más rentable cubrir el daño y seguir con la práctica. Esta posibilidad de aplicar una sanción más fuerte es positiva para el consumidor", explicó.

Entre el 80% y 90% termina en conciliación

   La titular de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) también confirmó que no es usual que lleguen a la máxima instancia judicial causas como la que inició la bahiense.
   "Normalmente el banco lo soluciona en el primer reclamo. Arreglan en la instancia administrativa, en la audiencia de conciliación, que es nuestro punto fuerte. El acuerdo es del orden del 80% al 90%", sostuvo Mercedes Patiño.
   La OMIC recibe muchos reclamos como el de Mariana, aunque el alcance sancionatorio está limitado.
   "Podemos pedir que devuelvan un dinero por daño directo, pero no por daños moral o punitivo, eso ya depende de la instancia judicial, con medios de prueba. Sí podemos aconsejar una multa al banco por incumplir la ley del consumidor y es el juez de faltas quien resuelve.
   Siempre le explicamos a la gente que al mismo tiempo puede plantear la vía judicial.
   La oficina que conduce Patiño presentó un proyecto de ordenanza para controlar el trato digno a usuarios en bancos y otras instituciones y comercios, como supermercados.
   Por último informó que hace algunos días la OMIC concilió entre un banco y una cliente y logró que la entidad amplíe su capacidad de butacas y turnos. Fue por la denuncia de una mujer que había estado 3 horas de pie, en una hilera, para ser atendida.

viernes, 27 de septiembre de 2019

CRÉDITOS FINTECH

El mercado de préstamos a través de la tecnología financiera (conocida como fintech) emerge como una posibilidad de acceso al crédito para consumo en sectores de la población que no lograban conseguir financiamiento tradicional.
Estas empresas permiten hacer el trámite completamente online y suelen depositar el monto a financiar en pocas horas.
Frente a la consulta de si esta celeridad para otorgar créditos por parte de las fintech conlleva el peligro de darle dinero a personas sin capacidad de repago, los representantes de algunas de las firmas aseguran que su sistema elabora perfiles de riesgo basados en datos y comportamientos.
“Las tasas de cumplimiento son similares a las de las financieras offline”, aseguró Alejandro Muszak, CEO de Wenance, empresa propietaria de Presto Hoy. “Partimos de la voluntad de incorporar gente que no accedía a los préstamos, para lo cual utilizamos, al igual que los bancos, scores crediticios como el Veraz”, afirmó Muszak, quien destacó que, a medida que el cliente desarrolla una historia crediticia con la compañía, se van mejorando las condiciones de futuros préstamos. “Lo que permite la aplicación de tecnología al negocio financiero es, utilizando datos alternativos y modelos de scoring más sofisticados, entender mejor a los usuarios y llegar a diversos sectores de la población”, explicó el vicepresidente de Mercado Crédito, Martín  de los Santos.
Mercado Crédito es una de las unidades de Mercado Libre, que financia tanto a empresas que venden allí como a compradores que quieren adquirir un producto en la plataforma. “En momentos de crisis, la utilización de una tecnología precisa te permite tomar riesgos y dar crédito cuando un banco cerraría la canilla y no prestaría”, agregó De los Santos.
Por su parte, el CEO de Afluenta, Alejandro Cosentino, opinó: “La principal ventaja de las fintech es que en diez segundos damos una respuesta basada en tu perfil crediticio y en un día tenés depositado el dinero”. Cosentino le describió a PERFIL cómo es el solicitante medio de un crédito de Afluenta: “El 60% son hombres y el préstamo promedio ronda los 70 mil pesos. La edad promedio es 42 años y ganan aproximadamente 250 mil pesos al año”. Respecto del destino del dinero, el 30% de los clientes de Afluenta lo solicita para arreglar su casa y el 15% para cancelar deudas de tarjetas de crédito. El CEO de Afluenta destacó que, si bien el 80% de sus clientes son empleados en relación de dependencia, también cuentan en su cartera con monotributistas, “a quienes los bancos suelen excluir”. Los intereses que se cobran varían mucho, dependiendo del cliente. Muszak consideró que uno de sus grandes desafíos para Wenance es lograr bajar las tasas, hecho que suele ser complejo, dado que se trata de clientes “subprime”, que no suelen acceder al crédito bancario.
Pymes. Martín de los Santos aseguró que, gracias a los datos con los que cuenta Mercado Libre, ellos pueden brindar financiamiento a pequeñas empresas cuando el crédito se achica. “Nuestro sistema evalúa 700 variables que van más allá de la información financiera, porque sabemos cuánto venden nuestros usuarios y cómo tratan al cliente”. En cuanto al fondeo, la analista de mercados Florencia Galván consideró que las fintech son también “una gran oportunidad de inversión, porque es el modelo de negocios que se viene”, pero, a la vez, señaló que en Argentina aún falta recorrer un largo camino para que este negocio se expanda.
“Por nuestra historia económica, a la gente le cuesta confiar” (Fuente www.perfil.com).

jueves, 26 de septiembre de 2019

QUÉ ES EL BLOCKCHAIN

Qué es blockchain: la explicación definitiva para la tecnología más 

¿Qué es el blockchain? Entre otras cosas, es una de las palabras de moda en los últimos tiempos. La cadena de bloques es también un concepto que plantea una enorme revolución no solo en nuestra economía, sino en todo tipo de ámbitos.
Entender lo que es esa cadena de bloques no es tan difícil, y dado que cada vez se utiliza más este concepto hemos querido hacer una especie de curso rápido de introducción al blockchain, para explicar qué es, cómo funciona y cuál es esa revolución que plantea la cadena de bloques.

Adiós, señor (banquero) intermediario

Pongámonos en situación. Lo normal es que si una persona llamada por ejemplo Mariano quisiera enviarle 1.000 euros a otra persona llamada por ejemplo Luis, lo normal es que la operación se realizase a través de un banco. Ese banco actúa como intermediario de esa y otras muchas transacciones, centralizando de forma efectiva el movimiento de capital de un lado a otro.
Banco
Mariano le pediría a su banco que retirara 1.000 euros de su cuenta y los transfiriese a la cuenta de Luis: en apenas unas horas (dependiendo del banco, claro) ese banco habrá anotado en su cuenta la transacción, restando 1.000 euros en su cuenta y comunicando al otro banco que debe añadir 1.000 euros en la cuenta de Luis. Alguien en el banco de Luis (a estas alturas, ya sabemos que ese alguien es un programa informático) anotará que en la cuenta de Luis hay 1.000 euros más procedentes de la cuenta bancaria de Mariano.
Esa gestión no ha necesitado de un trasiego de billetes de un lado a otro, sino que simplemente ha habido uno o dos bancos que se han encargado de hacer que el dinero pase de uno a otro con un simple cambio en los balances de sus cuentas. Todo estupendo y fantástico, salvo por un problema:
Que ni Mariano ni Luis tienen control alguno sobre el proceso, del que solo esos bancos tienen toda la información. Ambos dependen de esos bancos y de su forma de hacer las cosas para completar esa transacción. Están sujetos a sus condiciones (y a sus comisiones, por supuesto).

Hola, cadena de bloques

Es ahí donde entra la cadena de bloques, que básicamente elimina a los intermediarios, descentralizando toda la gestión. El control del proceso es de los usuarios, no de los bancos —seguimos hablando del dinero, pero el ejemplo es extrapolable a otros tipos de transacción—, y son ellos los que se convierten básicamente parte de un enorme banco con miles, millones de nodos, cada uno de los cuales se convierte en partícipe y gestor de los libros de cuenta del banco.
Blockchain2
¿Qué es entonces la cadena de bloques? Pues un gigantesco libro de cuentas en los que los registros (los bloques) están enlazados y cifrados para proteger la seguridad y privacidad de las transacciones. Es, en otras palabras, una base de datos distribuida y segura (gracias al cifrado) que se puede aplicar a todo tipo de transacciones que no tienen por qué ser necesariamente económicas.
Esa cadena de bloques tiene un requisito importante: debe haber varios usuarios (nodos) que se encarguen de verificar esas transacciones para validarlas y que así el bloque correspondiente a esa transacción (en cada bloque hay un gran número de transacciones que eso sí, es variable) se registre en ese gigantesco libro de cuentas.

Así funciona una transacción en la cadena de bloques

El proceso es relativamente sencillo, pero como decimos implica a más personas. Ahora Mariano y Luis no están solos, y formarán parte de un gran grupo de usuarios que se encargan de comprobar que todo el proceso se produce como debe producirse.
Blockchain
Si Mariano quiere retirar un bitcoin de su cuenta para dárselo a Luis, primero avisa a todo el mundo con una peculiaridad: nadie sabe que Mariano es Mariano y que Luis es Luis. Solo saben que desde una cartera digital (lo que sería una cuenta bancaria) se quiere transferir esa cantidad (que sí se conoce) a otra.
Mariano, por lo tanto, avisa de sus intenciones, pero sin revelar su identidad: "¡Eh, chicos, quiero mandarle un bitcoin desde mi cartera a esta otra, por favor, actualizad vuestros libros de cuentas!". Al enviar ese mensaje, todos los usuarios de esa red primero comprueban que Mariano la cartera de origen tiene suficiente dinero para enviárselo a la cartera de destino. Si es así, todos anotan esa transacción, que pasa a completarse y a formar parte del bloque de transacciones. Eso sí: todavía no están registrados en esa base de datos de forma definitiva.
A medida que pasa el tiempo, más y más transacciones van completándose y pasando a ese bloque, que tiene una capacidad limitada que depende de la estructura de la cadena de bloques y del tamaño de cada transacción. Cuando un bloque ya no admite más transacciones, llega un momento importante: el de "validarlo" o "sellarlo", que es lo que los usuarios hacen cuando hacen minería de bitcoin.

Soy minerooo ♫♪

Ese minado de bloques consiste en la realización de una serie de complejos cálculos que requieren tiempo y (cada vez más) electricidad, pero cuando el proceso esos bloques quedan registrados de forma permanente en esa cadena de bloques, y no pueden ser modificados sin que se alteren todos los bloques que están enlazados con él, una operación que además necesitaría que la mayoría de los nodos la validasen.
One Block
En esa red P2P los mineros reciben avisos de nuevas transacciones y las reúnen en un nuevo bloque, pero lo hacen además compitiendo con otros mineros, porque el primero que logra crear un bloque válido y lo sella recibe bitcoins (si está minando bitcoins, claro) por ese servicio. Gracias al uso de una cadena de bloques común que se sincroniza entre los nodos se logra la irreversibilidad de las transacciones, lo que permite que nadie "truque" el sistema o haga fraudes para beneficiarse, modificando el libro de cuentas para desviar dinero (bitcoins) de un lado a otro sin que otros se enteren.
De hecho añadir nuevos bloques es un proceso cada vez más costoso, lo que hace normalmente que los mineros trabajen agrupados (los famosos "pools" que funcionan de forma similar a una cooperativa) en lugar de trabajar por sí mismos ("solo mining", con unas probabilidades de éxito/recompensa muy bajas). Cuando uno de los mineros resuelve el problema criptográfico que representan los cálculos para "sellar" un bloque, avisa a los demás, que comprueban que efectivamente es así y añaden ese bloque a la cadena de bloques completa que tienen en sus ordenadores.
Bitcoinether
Ese libro de cuentas no solo está distribuido y es seguro: los bloques enlazados (de ahí lo de cadena de bloques) cuentan con un puntero hash (codificado) que enlaza al bloque anterior, además de una marca de tiempo y los datos de la transacción, y esa información es pública. ¿Qué significa eso? Que la cadena de bloques, aunque protege la privacidad de sus usuarios, sí que permite controlar la trazabilidad de esas transacciones.
O lo que es lo mismo: permite saber todo el camino que ha seguido el bitcoin de la cartera que pertenece a alguien (en este caso a Mariano, aunque su identidad no se conoce por el resto de usuarios) antes de llegar a la cartera de otro alguien (de Luis, aunque su identidad no sea conocida por el resto de usuarios).
El propio diseño de la cadena de bloques tiene ventajas claras, y por ejemplo confirma que cada unidad de valor (por ejemplo, cada bitcoin) solo se ha transferido una única vez, lo que evita el tradicional problema con el doble gasto de monedas digitales o con el dinero falso, que reduce la confianza de los usuarios en esa moneda y también en la propia circulación de la misma.

De ICOs y cadenas de bloques

Uno de los conceptos que más están apareciendo al hablar de las criptodivisas y las cadenas de bloques es el de las ICO, las Initial Coin Offerings.
Ico Ethereum
Una ICO es como explicamos en profundidad una forma de financiación de un proyecto empresarial que en lugar de ofrecer acciones ofrece tokens virtuales, o lo que es lo mismo, nuevas critpodivisas.
Estas nuevas criptodivisas tienen cierto valor hipotético debido a su escasez y demanda, y están directamente asociadas al proyecto empresarial que las crea, como ocurre con ejemplos muy conocidos como el del navegador Brave: si ese proyecto triunfa, las criptomonedas en las que se basó su financiación ganan valor y eso acaba ofreciendo un interesante retorno de la inversión para los inversores.
El funcionamiento es por tanto similar al de las ofertas públicas de venta, pero en lugar de comprar acciones de una empresa —una que además tiene un producto en el mercado y que ha pasado por rigurosos controles financieros antes de poder hacer su OPV— compramos criptodivisas en una operación con un formato mucho más incierto, sin regulación alguna y en el que básicamente estamos "apostando" por el futuro de ese proyecto empresarial con muchas menos pruebas o garantías de que ese futuro éxito se produzca.
El componente especulativo, como en todo lo que rodea actualmente a las criptodivisas, es muy alto, y de hecho hay quien califican a las ICO como la mayor estafa nunca vista, pero también hay claros defensores de un modelo de financiación cada vez más atractivo.
Todas estas nuevas criptodivisas se apoyan en una cadena de bloques que soporta la estructura de ese nuevo token virtual. La más utilizada es la de Ethereum por su versatilidad y por la facilidad que plantea esa plataforma. Un desarrollador explicaba recientemente cómo crear una de estas cadenas de bloques fácilmente a partir de Geth, una de las implementaciones más conocidas (en este caso, en lenguaje Go, de ahí el nombre, "Go Ethereum") del protocolo ethereum.

La cadena de bloques más allá de la economía

Aunque la cadena de bloques está íntimamente relacionada con las nuevas criptodivisas o criptomonedas, es lógico preguntarse si este sistema sería válido para otro tipo de transacciones, y la respuesta es un rotundo sí.
Dna
De hecho eso es lo que está intentando lograr desde sus inicios la plataforma Ethereum, que tiene su propia cadena de bloques (podéis echarle un vistazo en sitios como Etherscan.io) y su propia moneda, llamada Ether. A diferencia de bitcoin, las transacciones aquí son los contratos inteligentes —los programadores aman este concepto—, que pueden ser más o menos complejos y que permiten definir todo tipo de transacciones.
Al igual que ocurre con bitcoin, lo bueno de esas transacciones es que se mantendrán en la cadena de bloques, inalterables y accesibles durante toda la vida de esa cadena de bloques. Si nos vamos al extremo, Ethereum podría sustituir básicamente a cualquier intermediario, sustituyendo productos y servicios que dependen de terceros para estar totalmente descentralizados.
Por supuesto esta es solo una de las alternativas que se han originado con la cadena de bloques como protagonista, y de hecho hay muchas ideas que tratan de explotar las bondades de una tecnología que tiene un alcance virtualmente ilimitado. Veamos algunos ejemplos:
  • Consorcio R3: las propias entidades financieras que muchos tratan de reemplazar con bitcoin o Ethereum han creado el consorcio R3 para averiguar cómo aprovechar la cadena de bloques en los sistemas financieros tradicionales. Uno de los primeros problemas de la aplicación de este esquema es el anonimato que proporciona el diseño de la cadena de bloques, algo que han resuelto con el llamado "libro de contabilidad autorizado" ('permissioned ledger'), una variante muy peculiar de la cadena de bloques de bitcoin, por ejemplo, que sí que identifica a los usuarios que añaden bloques y que hace que las transacciones del sistema solo puedan consultarse por ciertas partes.
  • Registro de propiedades: el gobierno japonés ha iniciado un proyecto para unificar todo el registro de propiedades urbanas y rústicas con tecnología de cadena de bloques, lo que permitiría contar con una base de datos abierta en la que se pudieran consultar los datos de las 230 millones de fincas y 50 millones de edificios que se estima existen en el país asiático. En Dubai están planeando algo muy parecido.
  • Pagos en el mundo real: una startup llamada TenX ha creado una tarjeta prepago que se puede recargar con distintas criptodivisas para luego pagar con ella en cualquier sitio como si esa tarjeta tuviera dinero convencional, sin importar si ese establecimiento acepta o no este tipo de monedas virtuales.
  • Carsharing: la empresa EY, subsidiaria de Ernst & Young Global Ltd está desarrollando un sistema basado en la cadena de bloques que permite a empresas o grupos de personas acceder a un servicio para compartir coches de forma sencilla. El llamado Tesseract permitiría registrar quién es el propietario del vehículo, el usuario de ese vehículo y generar los costes basados en el seguro y otras transacciones en este tipo de servicios.
  • Almacenamiento en la nube: normalmente los servicios de almacenamiento están centralizados en un proveedor específico, pero la empresa Storj quiere descentralizar este servicio para mejorar la seguridad y reducir la dependencia de ese proveedor de almacenamiento.
  • Identidad digital: los últimos y gigantescos fallos de seguridad y robos de datos han hecho que la gestión de nuestras identidades se convierta en un problema muy real. La cadena de bloques podría proporcionar un sistema único para lograr validar identidades de forma irrefutable, segura e inmutable. Hay muchas empresas desarrollando servicios en este ámbito, y todas ellas creen que aplicar la tecnología de la cadena de bloques para este propósito es una solución óptima.
  • Música: aunque hay críticas que afirman que esta opción no tiene validez, hay quien afirma que la distribución musical podría sufrir toda una revolución si se lograra implantar un sistema basado en la cadena de bloques para gestionar su reproducción, distribución y disfrute. La mismísima Spotify está apostando fuerte por su propia cadena de bloques.
  • Servicios públicos/gubernamentales: otro de los ámbitos más interesantes de la aplicación de la cadena de bloques es en los servicios públicos que podrían presumir así de una transparencia absoluta. Las áreas de actividad son múltiples: desde la gestión de licencias, transacciones, eventos, movimiento de recursos y pagos, gestión de propiedades hasta la gestión de identidades. De hecho el robo masivo de datos en Equifax han hecho que algunos propongan la sustitución de los números de la seguridad social en Estados Unidos con un sistema basado en la cadena de bloques. Hay iniciativas incluso para "descentralizar el gobierno", y Bitnation es una de esos proyectos que tratan de llamarnos convertirnos en "ciudadanos del mundo".
  • Seguridad social y sanidad: aunque se podría englobar dentro de los servicios públicos mencionados, la sanidad pública podría sufrir una verdadera revolución con un sistema de cadena de bloques que sirviera para registrar todo tipo de historiales médicos y resolver uno de los problemas clásicos de la gestión de la sanidad.
  • Gestión de autorías: aunque relacionado con lo mencionado para el mundo de la música, Ascribe es una plataforma que trata de ayudar a creadores y artistas a atribuirse la autoría de sus trabajos a través de la cadena de bloques. Hay otras muchas plataformas en este ámbito (BitproofBlockaiStampery, por ejemplo) que entre otras cosas permiten generar tiendas en las que se puedan comprar trabajos originales de una forma segura y sencilla.
Son tan solo algunos ejemplos de la aplicación de la cadena de bloques a todo tipo de ámbitos, pero hay muchísimos más: la versatilidad de esta tecnología es tan enorme que es difícil pensar en un área que no pueda ser transformada por esta idea.
De momento, eso sí, todas estas ideas son solo proyectos en pleno desarrollo, por lo que la revolución, aunque posible, parece lejana, sobre todo cuando los intermediarios (en todos los ámbitos) se han convertido en parte integral de la economía y la sociedad. Descentralizar todas estas industrias es mucho más complejo de lo que parece, sobre todo porque esos mismos intermediarios tratarán de rechazar esos cambios o adaptarlos a sus propias necesidades.