Se trata de un producto diseñado a medida de cualquier empresario o profesional y, especialmente, de las pequeñas y medianas empresas que. A través de este producto pueden reducir la carga de trabajo del departamento administrativo, subcontratar la contabilidad generada por las ventas y su cobro, así como anticipos sobre el vencimiento de pago de las facturas.
Sus efectos se harán notar rápidamente, ya que mejorará la rentabilidad, capacidad crediticia y la solvencia financiera de tu empresa. Entre otras ventajas de la contratación de este producto se encuentran la información periódica, regular y actualizada de los deudores, la diminución de cargas administrativas o simplifica la contabilidad de la cuenta de clientes. No existe un perfil definido de empresas usuarias de este producto financiero, más bien la delimitación viene proporcionada por el producto vendido y las condiciones de pago.
Este producto, no muy conocido por otra parte, es idóneo para aquellas empresas que desean cubrir el riesgo de insolvencia de sus clientes, así como poder anticipar, en cualquier momento, sus ventas a plazo a través de las entidades que comercializan este producto. Asimismo, su gestión electrónica es cómoda y sencilla, ya que el emisor envía y firma la factura y demás documentos a través de la entidad financiera. Y una vez el deudor ha aceptado la factura esta ya está lista para que se anticipe su importe.
Características
Es una fórmula de financiación y administración, basada en la cesión de facturas: la empresa cede el crédito comercial de sus clientes a una compañía, que se encarga de gestionar su cobro a cambio de una contraprestación consistente en una comisión por los servicios administrativos y unos intereses por la financiación (anticipo del vencimiento de pago de las facturas de sus clientes).
Conviene recordar que en este producto financiero participan tres entidades debidamente diferenciadas que son las siguientes:
Factor: compañía de Factoring o entidad financiera que presta los servicios de este producto.
Cliente: es el titular de los créditos comerciales (facturas) y que contrata el Factoring.
Deudores: compradores de la mercancía o servicios del cliente, en definitiva el vendedor.
Desde la Asociacion Española de Factoring se incide en que “no existe un perfil definido de empresas usuarias de este producto, más bien la delimitación viene dada por el producto vendido y las condiciones de pago. Es decir, todas las empresas pueden ser usuarias de Factoring vendan en el mercado interior o exporten”. Hasta el punto que todos estos servicios, por cuenta de la compañía de Factoring, producen ahorros internos a sus clientes al liberarles de una carga de trabajo enormemente costosa, compleja y generadora de tensiones de todo tipo”.
Servicios de Factoring
Los principales atractivos de este sistema son los servicios asociados, tanto administrativos como financieros, relacionados con las gestiones de cobro de su empresa, y que básicamente son los siguientes:
Clasificación de clientes: el servicio incluye tanto la labor de estudio y análisis de los clientes, como la decisión de los límites de crédito que se deben asignar a cada uno de ellos.
Administra las cuentas a cobrar: administración y seguimiento integral de las facturas cedidas a la compañía de Factoring, informándole periódicamente, de las incidencias en el cobro de cada factura y del estado de las cuentas a cobrar de cada uno de los deudores.
Gestión de recobro e impagados: se trata de la gestión inicial necesaria para conocer las causas del incumplimiento del pago para su posible solución.
Financiación: servicio adicional, solamente en el caso de que el titular lo solicite, y que gracias a su flexibilidad, permite al usuario disponer anticipadamente de los importes de las facturas cedidas, en el momento y cuantía que su tesorería requiera.
Cobertura del riesgo de insolvencia de los deudores: cobertura hasta el 100% del importe de las facturas cedidas a la compañía de Factoring pendientes de cobro, hasta el límite asignado a cada deudor. Se trata también de un servicio adicional, a petición del cliente.
Ventajas del producto
Esta alternativa financiero-administrativa ofrece una serie de beneficios a quien lo contrata como son las que se exponen a continuación. No solamente desde la perspectiva contable, sino también administrativas, y en muchos casos en la gestión de la empresa. Y que será muy interesante que los conozcas por si en algún momento te ves obligado a contratarlo.
- Disminuye la carga administrativa y racionaliza los procesos operativos.
- Rebaja el trabajo burocrático, lo que contribuye notablemente a una reducción de gastos administrativos, de personal y comunicación.
- Simplifica la contabilidad de la cuenta de clientes, aumentando la eficacia de la gestión de cobros.
- Proporciona información periódica, regular y actualizada de los deudores.
- Convierte las operaciones de ventas a crédito en ventas al contado.
- Evita el riesgo de fallidos por insolvencias.
- Proporciona a la estructura financiera de la empresa de una mayor solidez.
- Permite una planificación de la tesorería que optimice los flujos de caja.
- Amplía la capacidad de financiación y también mejora los ratios de endeudamiento.
- Desde un punto de vista comercial, mejora la posición de la empresa frente a la competencia y los clientes, permitiéndole ampliar su mercado.
Modalidades de este producto
Existen distintas modalidades de Factoring, según los servicios que precises, o del deudor de que se trate. Entre ellas se encuentran las siguientes:
Factoring sin recurso, esta modalidad ofrece financiación, asumiendo la compañía de Factoring el riesgo de insolvencia de los deudores. Evidentemente, las tarifas en esta modalidad son mucho más elevadas.
Factoring con recurso, en el que el vendedor soporta el riesgo de insolvencia, ya que la compañía de Factoring no responde ante el impago por parte del deudor. Esta modalidad se ditingue porque no implica necesariamente financiación.
Factoring de exportación, cuando se trata de operaciones realizadas en con deudores residentes en el exterior. Es especialmente ventajoso para las empresas y pymes exportadoras y que carecen de una gran infraestructura, dado que implica una subcontratación de servicios. Con el Factoring, la exportación se convierte casi en una compraventa nacional, ya que lo único que debe hacerse es enviar las mercancías, y del resto se encarga la compañía de Factoring.
En este tipo de operación económica, normalmente no se efectúa anticipo cuando los bienes son productos perecederos.
El contrato de estas operaciones
El proceso de asignación y contratación es muy sencillo y sin complejidades siguiendo el proceso adecuado por parte de las personas o pymes que deciden contratar este producto financiero. El primer paso es contactar con una entidad financiera que lo comercialice o una compañía de Factoring, para definir los términos de la operación más adecuados a las necesidades de cada cliente y el coste de la misma.
Para ello, además de los datos de identificación de la empresa, el interesado deberá de facilitar los relativos a su actividad y los correspondientes a los clientes que desea incluir en el contrato. Por tanto deberá reflejar los siguientes datos: importe de ventas previstas, número de facturas por mes, forma de cobro (letra, pagaré, transferencia, etc.) y plazo medio de cobro. Servirán de base para evaluar el coste de la operación por la compañía, y de esta forma, poder realizar una oferta de condiciones al cliente.
Paralelamente, este tipo de empresas tan especializadas estudia la solvencia de los deudores para evaluar posteriormente la cartera de documentos a negociar. Mediante el contrato se produce un cambio en la titularidad de los créditos, por lo que se establecen unos requerimientos necesarios antes de poder establecer esta clase de contrato:
- Que exista factura o documento a cobrar por la venta.
- Que las facturas provengan de una venta lícita.
- Que dichas ventas hayan sido realizadas a crédito.
Después de la firma del pertinente contrato, deberá enviarse a los deudores una carta, comunicándoles que ha suscrito un contrato con este tipo de producto. Por lo que a partir de esa fecha, el pago de las facturas deberán efectuarlo directamente a dicha compañía.
Coste del Factoring
Los servicios ofrecidos por este producto financiero suponen un coste o precio que ha de satisfacer a los usuarios de dichos servicios. El coste está formado fundamentalmente por dos elementos que lo determinan. Por un lado, la tarifa del factoraje, por los servicios administrativos que realice la compañía de Factoring, que oscila en función del plazo de cobro de las facturas.
Y por otro, el tipo de interés, que se aplicará cuando se acoja a la modalidad que incorpora el anticipo de fondos. No obstante, el coste varía en función de la situación de los mercados (en base al Euribor a 3 meses más el diferencial; la revisión del tipo de interés final es mensual) y del riesgo que asuma la empresa que comercializa este producto financiero.
Beneficios comerciales
Entre los beneficios de tipo comercial que conlleva la práctica de esta operativa financiera, en opinión de la Asociación Española de Factoring, se encuentran los siguientes aspectos que pueden ayudar al profesional o pequeño y mediano empresario:
- Mejora notablemente la gestión de venta y facilita acciones comerciales más efectivas.
- Permite a la red comercial centrarse en su trabajo sin realizar gestiones de cobro.
- Permite una mejor evaluación de los clientes y un seguimiento de los mismos.
- Reduce gastos y tiempo en la elaboración de informes de carácter comercial.
- Contribuye a la correcta y efectiva toma de decisiones.
- Mejora la posición de la empresa frente a la competencia y a los clientes.
- Contribuye de forma importante a la introducción y apertura de nuevos mercados.
- Y, finalmente, sirve para consolidar y aumentar la clientela.