viernes, 14 de junio de 2019

DISRUPCIÓN EN LA BANCA

La banca local formalizó su declaración de guerra contra un enemigo al que hasta ahora había combatido con sordina: las llamadas fintech, financieras web, sin sucursales, que empiezan a proveer ciertos servicios financieros pero no están sujetas a la misma regulación que ellos por parte del Banco Central ni están obligadas a cumplir con el convenio colectivo de trabajo de los bancarios. 

La peor amenaza la ven en MercadoPago, la rama de MercadoLibre que no solo empezó a competir por la provisión de terminales de cobro con tarjeta a comercios sino que también permite a cualquier persona ahorrar en su cuenta y usarla como caja de ahorro, con la ventaja de que le paga un interés del 50% por el saldo depositado. Como un plazo fijo, pero sin plazos fijos.

Desde ADEBA, ponen el grito en el cielo. "Existen asimetrías en la regulación", y piden "que la cancha no esté inclinada entre los proveedores" de servicios financieros. "Hay que darle las mismas condiciones para competir a todos los jugadores", reclaman sin nombrar a MercadoLibre ni a su fundador, Marcos Galperín.

Según expuso Galperín "el problema es todo el marco laboral". Con estas reglas y con estos gremios, dijo, "cinco empleos son cinco problemas y cien empleos son cien problemas". Por eso, a su juicio, "nadie quiere crear empleo en Argentina".
¿Habrá que prohibir los sindicatos? ¿Restringir la negociación colectiva? ¿Reprimir los reclamos de recomposición salarial? Es todo un debate.

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